jueves, 10 de mayo de 2018

A la sombra de plátanos maduros

A la sombra de plátanos maduros
dos están conectados,
compartiendo sentimientos en evolución convergente.
En orgía de polen
y miradas que se encuentran y se incendian,
alcanzan a no besarse,
con pizcos en los ojos
y alergia a sentirse lejos.
Dos.
Cubiertos de frutos en poliantocarpos globulares y esféricos,
abrigados por miles de aquenios claviformes
rodeados de un penacho de pelos erectos,
de color canela,
que se desprenden,
vuelan como copos de nieve
y se posan para ser alfombra para mirlos.
Dos.
Polinizados por árboles cansados de contaminación,
condenados a dosis cada vez mayores
de antihistamínicos en abrazos.

Miguel Antúnez López
29 abril 2018

La poesía de los árboles

El pasado 4 de mayo tuve el placer de guiar uno de los Paseos de Jane en Córdoba de este año. Fue, de nuevo, una experiencia muy grata. Era mi tercera ocasión como guía y espero que siga teniendo ideas para futuras ediciones. En esta ocasión elegí unir poesía y árboles tomando como escenario los Jardines de la Agricultura. Doy de nuevo las gracias a todos los asistentes. Os dejo aquí la transcripción del paseo con sus distintas paradas, la información sobre las especies de árboles que observamos y los respectivos poemas que fueron seleccionados.

Introducción

Jane Jacobs fue una mujer excepcional que defendió otra manera de mirar y vivir la ciudad, una muy diferente a como la entendían los hombres que manejaban los hilos del urbanismo de su tiempo. Jane quería una ciudad a escala humana, caminable, diversa en todos los sentidos. Precisamente esa idea de diversidad es la que ha estructurado este paseo. La diversidad mejora las ciudades, las hace más vivas y seguras. Igualmente la diversidad mejora nuestras zonas verdes, cuanta mayor diversidad de especies vegetales en nuestros jardines y parques, éstos serán más vivos y tendremos más ganas de vivirlos. Una cosa parecida pasa con la poesía, que también se refuerza con la diversidad.

Otra de las ideas que han guiado este paseo ha sido la relación entre poesía y árboles. Los árboles han sido desde siempre una fuente de inspiración esencial para los y las escritoras de todos los tiempos y culturas. Su sombra, sus hojas, sus frutos, sus flores, sus raíces, su presencia o su ausencia... Los árboles han sido casi un género en sí mismo. Hoy vamos a intentar disfrutar de una representación de algunos poemas seleccionados con la excusa de hablar de algunas de las especies presentes en este jardín. Un jardín que es uno de los más diversos de Córdoba y el parque público más antiguo de la ciudad (si sacamos de ahí el patio de los naranjos), inaugurado en 1866 a partir de una zona de huertas.


Naranjo amargo (Citrus aurantium)

Es el árbol más presente en Córdoba y también en estos jardines. Se desconoce con certeza su origen aunque parece que deriva de ejemplares silvestres nativos de Asia sudoriental (se cree que procede del sudeste de China y llegó a España en el siglo X, antes que la naranja dulce - 1450). Las hojas, las flores y la corteza del fruto se usan en medicina. La infusión de las hojas tiene propiedades ligeramente sedantes y estomacales y de ellas se extrae esencias usadas en perfumería. El agua destilada de azahar se usa como aromatizante y también como relajante junto con infusión de tila o melisa. Con la corteza de las naranjas se prepara mermelada de naranja amarga.

“Hoy no te han quitado, naranjo”. Pedro Salinas (Madrid, 1891 – Boston, 1951). Generación del 27. 

Hoy te han quitado, naranjo,
todas las naranjas de oro.
Las meten en unas cajas
y las llevan por los mares
a tierras sin naranjal.
Se creen
que te han dejado sin nada.
¡Mentira, naranjo mío!
Te queda el fruto dilecto
para mí solo, te queda
el fruto redondo y prieto
de tu sombra por el suelo,
y aunque éste nadie lo quiere,
yo vengo como un ladrón,
furtivamente, a apagar
en sus gajos impalpables
y seguros esa sed
que nunca se me murió
con el fruto de tus ramas.

“Sin fin”. Mirta Aguirre (La Habana, 1912 - 1980). Escritora, periodista y militante política cubana. 

De la semilla el naranjo
del naranjo el azahar,
del azahar la naranja.

Y otra vez a comenzar.

En semilla está el naranjo
en naranjo está azahar,
en azahar la naranja
y en naranja —¡maravilla!—
la semilla
de sembrar.

¿Quieres que vuelva a empezar?

Palmera (Phoenix canariensis)

En realidad, las palmeras son plantas arborescentes y no verdaderos árboles, ya que no forman madera o leño, es decir, no tienen crecimiento secundario en grosor por el que se forman los anillos típicos de crecimiento anual. Su falso tronco, llamado estípite, es el resultado de los restos que perduran de la base de las hojas viejas y de los tejidos conductores lignificados. La Palmera canaria es de las más frecuentes en jardinería. En Canarias, de donde es originaria, se obtiene a partir de su savia una miel de palma que se usa en repostería y para preparar una bebida. Una de las palmeras canarias más impresionantes de la ciudad está en la plaza Emilio Luque, es centenaria y mide casi 19 metros.

“Es una antorcha al aire esta palmera…”. Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864-Salamanca, 1936). Escritor y filósofo de la Generación del 98.  

Es una antorcha al aire esta palmera,
verde llama que busca al sol desnudo
para beberle sangre; en cada nudo
de su tronco cuajó una primavera.

Sin bretes ni eslabones, altanera
y erguida, pisa el yermo seco y rudo;
para la miel del cielo es un embudo
la copa de sus venas, sin madera.

No se retuerce ni se quiebra al suelo;
no hay sombra en su follaje, es luz cuajada
que en ofrenda de amor se alarga al cielo,

la sangre de un volcán que, enamorada
del padre Sol, se revistió de anhelo
y se ofrece, columna, a su morada.

Magnolio (Magnolia grandiflora)

El Magnolio pertenece a una de las familias más primitivas de todas las plantas con flor. La magnolia es una antigua familia que evolucionó antes de que aparecieran las abejas, por lo que las flores se desarrollaron de forma que pudieran ser polinizadas por escarabajos. Como consecuencia, poseen duros carpelos para evitar su deterioro. Se han encontrado especímenes fosilizados de M. acuminata con 20 millones de años y se han podido identificar plantas pertenecientes a la familia Magnoliaceae que datan de hace 95 millones de años. Otra característica distintiva de las magnolias es la ausencia de sépalos o pétalos; en su lugar poseen tépalos, término que se acuñó para referirse a este elemento intermedio. Habita de manera natural en el sudeste de los Estados Unidos, mientras que en la Península se cultiva como árbol ornamental.

“El magnolio”. Luis Cernuda (Sevilla, 1902 – Ciudad de México, 1963). Poeta y crítico literario de la Generación del 27. 

Se entraba a la calle por un arco. Era estrecha, tanto que quien iba por en medio de ella, al extender a los lados sus brazos, podía tocar ambos muros. Luego, tras una cancela, iba sesgada a perderse en el dédalo de otras callejas y plazoletas que componían aquel barrio antiguo. Al fondo de la calle sólo había una puertecilla siempre cerrada, y parecía como si la única salida fuera por encima de las casas, hacia el cielo de un ardiente azul. En un recodo de la calle estaba el balcón, al que se podía trepar, sin esfuerzo casi, desde el suelo; y al lado suyo, sobre las tapias del jardín, brotaba cubriéndolo todo con sus ramas el inmenso magnolio. Entre las hojas brillantes y agudas se posaban en primavera, con ese sutil misterio de lo virgen, los copos nevados de sus flores. Aquel magnolio fue siempre para mí algo más que una hermosa realidad: en él se cifraba la imagen de la vida. Aunque a veces la deseara de otro modo, más libre, más en la corriente de los seres y de las cosas, yo sabía que era precisamente aquel apartado vivir del árbol, aquel florecer sin testigos, quienes daban a la hermosura tan alta calidad. Su propio ardor lo consumía, y brotaba en la soledad unas puras flores, como sacrificio inaceptado ante el altar de un dios.



Pino canario (Pinus canariensis)

Es una conífera endémica de las Islas Canarias. Este pino posee tres acículas por vaina, el único de este tipo en Eurafrasia occidental, estando el más cercano en el Himalaya. Tiene una gran resistencia al fuego gracias en parte a la gruesa corteza que cubre su tronco y lo aísla del calor. Además tiene la capacidad de rebrotar en el tronco y ramas gruesas, así como de cepa, emitiendo vástagos de hojas glaucas. Gran parte del agua que reciben las Islas Canarias es captada por los propios pinos gracias a la captación de sus acículas a partir de la niebla aportada por los vientos alisios. Según algunas estimaciones, en determinadas zonas este aporte puede suponer multiplicar por dos o por tres la cantidad recogida en estaciones meteorológicas.

“Un arbolillo era este pino”. Saigy (Kioto, 1118 – 1190). Monje y poeta japonés. 

Un arbolillo era este pino
que vi hace años en el jardín:
Corpulento, sus altas
ramas dicen que pasa el tiempo,
llega la tormenta.



Ciprés común (Cupressus sempervirens)

Es original de regiones del este del Mediterráneo, existiendo zonas importantes en el norte de Libia, sur de Grecia (Creta y Rodas), sur de Turquía, Chipre, oeste de Siria, Líbano, oeste de Jordania y ciertas zonas de Irán. Tiene gran longevidad, existiendo ejemplares con más de 1000 años. No está clara la procedencia de su simbología funeraria. Se piensa, dado que es un árbol que siempre está verde y majestuosamente apuntando al cielo, que ayudaba a las almas de los muertos a elevarse en esa dirección. Un ciprés del Alcázar es el árbol catalogado más alto de Córdoba (26,50m).

“La piedad del ciprés”. Alfonsina Storni. (Suiza, 1892​​​​- Argentina, 1938). Poetisa y escritora del modernismo. 

Viajero: este ciprés que se levanta
a un metro de tus pies y en cuya copa
un pajarillo sus amores canta,
tiene alma fina bajo dura ropa.

Él se eleva tan alto desde el suelo
por darte una visión inmaculada,
pues si busca su extremo tu mirada
te tropiezas, humano, con el cielo.



Jacarandá (Jacaranda mimosifolia)

El jacarandá está distribuido de forma natural en Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina. La madera es excelente para trabajos de carpintería en interiores, parecida a la del fresno. Toda la planta es tóxica en caso de ingestión, y puede desencadenar irritación de la piel y alergia al manejarla. La infusión y tintura de flores, hojas y corteza se usa por vía oral para el tratamiento de la disentería amebiana y otras afecciones gastrointestinales agudas. En Buenos Aires es el árbol distintivo, donde hay más de 11.000 ejemplares que son un espectáculo en la época de floración.El jacarandá más interesante de Córdoba es el de los jardines de Orive, es centenario y con más de 18 metros de altura. Probablemente, aunque parece sólo un árbol, sean dos o tres juntos.

Vaivén. Rafael Alberti. (El Puerto de Santa María, Cádiz, 1902 - 1999). Generación del 27.

Por la tarde, ya al subir;
por la noche, ya al bajar;
yo quiero pisar la nieve
azul del jacarandá.

¿Es azul, tarde delante?
¿Es lila, noche detrás?
Yo quiero pisar la nieve
azul del jacarandá.

Si el pájaro serio canta
que es azul su azulear;
yo quiero pisar la nieve
azul del jacarandá.

Si el mirlo liliburlero,
que es lila su lilear;
yo quiero pisar la nieve
azul del jacarandá.

Ya nieve azul a la ida,
nieve lila al retornar;
yo quiero pisar la nieve
azul del jacarandá.

Olmo común (Ulmus minor)

El olmo es una especie típica de la ribera de nuestros ríos. Los olmos son capaces de transpirar (evapotranspiración) hasta 2.000 litros de agua al día. Por eso siempre se los utilizó donde había necesidad de evacuar el agua sobrante. En épocas pasadas, cuando aún se utilizaban las norias de agua, tiradas por caballos o asnos, se plantaban olmos cerca de ellas, ya que se sabía que (debido precisamente a la evapotranspiración) los animales respiraban mejor. Es uno de los mejores árboles urbanos y por eso fue tan ampliamente utilizado en las ciudades. Pero tiene el inconveniente de sufrir con frecuencia una enfermedad, la grafiosis, que es producida por un hongo y ha hecho que deje de plantarse con tanta frecuencia. Existe una leyenda que relaciona a este árbol con Napoleón Bonaparte, según la cual no fue capaz de engendrar a un hijo varón (que deseaba con verdadera ansia) hasta que durmió una noche bajo un olmo de gran envergadura.

“A un olmo seco”. Antonio Machado (Sevilla, 1875-Colliure, Francia, 1939). Representante más joven de la Generación del 98. 

 Al olmo viejo, hendido por el rayo 
y en su mitad podrido, 
con las lluvias de abril y el sol de mayo 
algunas hojas verdes le han salido.

  ¡El olmo centenario en la colina 
que lame el Duero! Un musgo amarillento 
le mancha la corteza blanquecina 
al tronco carcomido y polvoriento.

  No será, cual los álamos cantores 
que guardan el camino y la ribera, 
habitado de pardos ruiseñores.

  Ejército de hormigas en hilera 
va trepando por él, y en sus entrañas 
urden sus telas grises las arañas.

  Antes que te derribe, olmo del Duero, 
con su hacha el leñador, y el carpintero 
te convierta en melena de campana, 
lanza de carro o yugo de carreta; 
antes que rojo en el hogar, mañana, 
ardas en alguna mísera caseta, 
al borde de un camino; 
antes que te descuaje un torbellino 
y tronche el soplo de las sierras blancas; 
antes que el río hasta la mar te empuje 
por valles y barrancas,  
olmo, quiero anotar en mi cartera 
la gracia de tu rama verdecida. 
Mi corazón espera 
también, hacia la luz y hacia la vida, 
otro milagro de la primavera.



Álamo blanco (Populus alba)

El álamo blanco es un árbol que suele medir entre 20-25 m de altura, con tronco robusto, derecho, de corteza blanquecina, casi lisa aunque resquebrajada en los ejemplares más viejos. Las hojas son muy identificables, principalmente por el fieltro de pelos blanquecino por la cara inferior.
Su área original no se puede determinar ya que se ha cultivado desde antiguo. En la Península, cultivada o espontánea, está presente en casi todas las provincias. Se cría casi siempre en las proximidades de los cursos de agua, formando parte de los bosques de ribera. La variedad que solemos ver en los parques y jardines es la “pyramidalis”.
De las yemas o brotes de este árbol extraemos toda una serie de capacidades expectorantes y anti-inflamación que sirven para mejorar la garganta inflamada, la bronquitis o la tos seca. También se emplean por sus propiedades diuréticas y estimulan el apetito y reducen la fiebre. Las yemas y hojas del álamo se llevaban encima para atraer al dinero.

“Álamo blanco”. Juan Ramón Jiménez. (Moguer, Huelva, 1881- Puerto Rico, 1958). Premio Nobel de Literatura en 1956

Arriba canta el pájaro y abajo canta el agua.
(Arriba y abajo, se me abre el alma.)

Entre dos melodías la columna de plata.
Hoja, pájaro, estrella; baja flor, raíz, agua.
Entre dos conmociones la columna de plata.
(Y tú, tronco ideal, entre mi alma y mi alma.)

Mece a la estrella el trino, la onda a la flor baja.
(Abajo y arriba, me tiembla el alma.)



Ginkgo (Ginkgo biloba)

Es un árbol único en el mundo, sin parientes vivos. Tiene su propia Clase, Orden, Familia y Género. Contiene una única especie, el Ginkgo biloba que constituye uno de los mejores ejemplos de fósil viviente conocido. Actualmente limitado a los remotos valles montanos de China, está en peligro de extinción en la naturaleza. Curiosamente, es un buen árbol de sombra para las ciudades y ha sido plantado en todo el mundo en calles y jardines. El 6 de agosto de 1945 explotaba en Hiroshima, Little Boy, la primera de las dos bombas atómicas lanzadas en Japón en la Segunda Guerra Mundial. Un ginkgo que se encontraba en los jardines de un templo budista, a 1 km. del lugar de la explosión quedó destrozado. En la primavera siguiente, el viejo ginkgo brotó de nuevo. Hoy en día el árbol sigue vivo, y a su pie se puede se puede leer una inscripción que reza, "NO MÁS HIROSHIMA". Este que vemos es el primer ginkgo que se plantó en Córdoba y, por tanto, el más viejo, de unos 60-70 años.

“Ginkgo biloba”. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749-Weimar, 1832). Poeta, novelista, dramaturgo, filósofo, dibujante, científico y botánico alemán, del que se afirmaba tenía una curiosidad enfermiza por “casi todo”. Es interesante y curiosa la historia que viene de la mano de este poema. Leedla en este enlace.

Las hojas de este árbol, que del Oriente
a mi jardín venido, lo adorna ahora,
un arcano sentido tienen, que al sabio
de reflexión le brindan materia obvia.

¿Será este árbol extraño algún ser vivo
que un día en dos mitades se dividiera?
¿O dos seres que tanto se comprendieron,
que fundirse en un solo ser decidieran?

La clave de este enigma tan inquietante
yo dentro de mí mismo creo haberla hallado:
¿no adivinas tú mismo, por mis versos,
que soy sencillo y doble como este árbol?

Olivo (Olea europaea)

Procede del acebuche, que es su variedad silvestre. Solo en España se han contabilizado hasta 262 variedades de olivo, cada una adaptada a un determinado clima y terreno.
Se desconoce donde se cultivó por primera vez y la fecha, aunque las investigaciones apuntan a 4.000 años AC. Desde siempre se ha considerado como un árbol sagrado. Todas las culturas antiguas lo veneraron y aprendieron a cultivarlo. Aparece por ejemplo en la tumba de Tutankhamon, los fenicios lo trajeron a España, en la Atenas clásica quien hiriese o cortase un olivo sufría pena de destierro y para los hebreos el aceite de oliva era símbolo de prosperidad, bendición divina y alegría. Unas tradiciones que se han mantenido hasta nuestros días: la paz está simbolizada por una paloma con una rama de olivo y en el escudo de la ONU la corona de ramas de olivo que rodea al mundo simboliza la paz universal.
Este que vemos es quizás el olivo más impresionante de la ciudad, con una altura de 9,5m y un perímetro normal de 2,6m.


"Oda al aceite" (fragmento). Pablo Neruda. Poeta chileno. Premio Nobel de Literatura en 1971.

Cerca del rumoroso
cereal, de las olas
del viento en las avenas,

el olivo

de volumen plateado,
severo en su linaje,
en su torcido
corazón terrestre;
las gráciles
olivas
pulidas
por los dedos
que hicieron
la paloma
y el caracol
marino:
verdes,
innumerables,
purísimos
pezones
de la naturaleza,
y allí
en
los secos
olivares
donde
tan sólo
cielo azul con cigarras,
y tierra dura
existen,
allí
el prodigio,
la cápsula
perfecta
de la oliva
llenando
con sus constelaciones el follaje:
más tarde
las vasijas,
el milagro,
el aceite.

Plátano de sombra (Platanus x hispanica)

El plátano de sombra ha sido desde antiguo considerado un híbrido originario del cruce entre los parentales Platanus occidentalis y Platanus orientalis; a pesar de eso, no está claro su origen, que unos localizan en Londres y otros en España, e incluso en formas híbridas o no, naturales o de cultivo, de Turquía. 
Árbol muy resistente y longevo que soporta muy bien las podas y en general la polución de las ciudades. Aunque es uno de los árboles de parques y paseos más utilizados por la agradable sombra que proporciona, hay que tener en cuenta la problemática alergénica a la hora de plantarlo.
El plátano de sombra más singular de Córdoba está en el Alpargate, con una altura de casi 24 metros y una proyección de copa de unos 500 metros cuadrados.

“A la sombra de plátanos maduros”. Miguel Antúnez López (Córdoba, 1983). 

A la sombra de plátanos maduros
dos están conectados,
compartiendo sentimientos en evolución convergente.
En orgía de polen
y miradas que se encuentran y se incendian,
alcanzan a no besarse,
con pizcos en los ojos
y alergia a sentirse lejos.
Dos.
Cubiertos de frutos en poliantocarpos globulares y esféricos,
abrigados por miles de aquenios claviformes
rodeados de un penacho de pelos erectos,
de color canela,
que se desprenden,
vuelan como copos de nieve
y se posan para ser alfombra para mirlos.
Dos.
Polinizados por árboles cansados de contaminación,
condenados a dosis cada vez mayores
de antihistamínicos en abrazos.



Final

He querido terminar en este espacio porque fue la unión perfecta entre los árboles y la literatura. Justo donde nos encontramos estuvo situada la antigua y pequeña biblioteca Séneca. En 1922 se abrió al público ubicada en una modesta caseta hexagonal. Llegó a contar con 2.000 volúmenes, además de una sección infantil que fue la primera que hubo en la ciudad. Se planteó como un autoservicio sin vigilancia. Contó con una espléndida respuesta popular llegándose a cifrar sus lectores en más de veinte mil al año. Sin datos más concretos sobre el resultado de la experiencia que los que permanecen en el recuerdo de algunos contemporáneos, no se dispone tampoco de noticias sobre los motivos y fecha de su clausura ocurrida en los años sesenta del siglo XX. Desaparecida la caseta hexagonal, los bancos semicirculares que la rodeaban son el único testigo que queda de la singular experiencia. Los azulejos de los bancos contienen pensamientos del filósofo cordobés que le prestó su nombre y son obra del gran ceramista Juan Ruiz de Luna, que recuperó en el siglo XX la técnica y el arte de la cerámica de Talavera de la Reina. En definitiva, un lugar de nostalgia poética e inspiración para que vengáis a sentaros a leer o a escribir.


miércoles, 10 de enero de 2018

Ahora lo sé

Hoy tu recuerdo precipita contra la ventana,
frío como un día de enero.
Tuviste la forma precisa.
Calzaste la bota adecuada.
Ahora lo sé.
Bajo la lluvia, bajo las sábanas,
renace el silencio que ahoga,
la despedida del tren que me aplasta.
Hoy tu silueta no cayó tras el muro.
Ayer no bajamos los brazos, bailamos juntos al raso,
nos dejamos llevar a tiempo para cruzar nuestros pasos.
Ahora lo sé.
Rodamos, caemos, gritamos y empezamos.
Puntos sin retorno, universos hermanos.
Ahora lo sé.
No estamos atrapados.

Miguel Antúnez López
9 enero 2018

martes, 9 de enero de 2018

Estas palabras no quieren ser un poema

Estas palabras no quieren ser un poema.
Tienen miedo de acabar
como esos títulos olvidados de romances que nunca serán,
como interesantes comienzos de relatos jamás acabados,
como estrofas de canciones destinadas al silencio.
Estas palabras no quieren ser un poema.
Les aterra ser juzgadas, medidas y comparadas.
Preferirían existir
como susurro del viento,
como manojo de espárragos,
como lenguaje de amapola,
como manifiesto de ciervo volante.
Estas palabras no quieren ser un poema.
Desearían convertirse
en respiración entrecortada,
en jeroglífico en la acera,
en golpes secos de tambor,
en paseo junto a un arroyo sosegado.
Estas palabras no quieren ser un poema.
Sólo quieren ser invisibles,
y anidar a tu lado.

Miguel Antúnez López
9 enero 2018

viernes, 15 de diciembre de 2017

Algún día

Algún día,
en un determinado momento o en cualquier lugar,
cuando menos te lo esperes,
te escribiré algo.
No será perfecto,
pero será para ti.
Quizás empiece cerrando los ojos
y escuchando música.
Puede que esté en un banco
mirando el baile de una bandada de estorninos,
o acabe de leer un libro en el que aparecieras con otro nombre.
Incluso es posible que componga un texto sólo en mi mente,
acariciando recuerdos,
evocando momentos que ni siquiera hemos vivido.
Si me apuras,
cabe la posibilidad de que ya te haya escrito;
de que, sin haberme dado cuenta,
siempre haya escrito para ti.

Miguel Antúnez López
15 diciembre 2017

sábado, 24 de junio de 2017

No se me da bien

Aviso que no se me da bien.
Como no se me da bien dibujar, hablar otros idiomas o no dar la nota al dar el cante.
Lo que se me da bien es bailar contigo (si tú me guías) y darte aire sin dejar de abrazarte.

No se me dan bien los cálculos mentales o depender de mi memoria de pez payaso.
Pero sí hacerte pasar del llanto a la risa y ofrecerte la mano para levantarte.

Me cuesta dejar pasar un debate, salir de la cama en invierno o soportar el frío.
Sin embargo, es muy fácil alegrarme cualquier día al recordar que existes
y que puedo contar contigo tanto como tú conmigo.

No se me da bien presumir o ser mañoso.
Pero sí perder jugando contigo,
al igual que darte sombra y cálido cobijo.

Qué difícil me resulta parecer ordenado o dejar de buscar la lógica a todo sin respiro.
Eso sí, soy experto en disfrutar de tu silueta, que conforma las formas que forman la forma en que miro.

No se me dan bien muchas cosas. Posiblemente muy importantes.

Pero sí que se me da bien quererte. Sí que se me da bien amarte.

Miguel Antúnez López
23 junio 2017

domingo, 20 de enero de 2013

Que rujan los cielos


Para C.

Que rujan los cielos,
que baile la muerte,
que canten las sombras
y caduque la suerte.

¡Que descienda el sol y ya no regrese!

Que los mares invadan la tierra,
que la Luna estalle de dolor,
que la ruina gobierne los campos
y los lirios olviden su color.

¡Que prohíban la luz y quiebren los sueños!

Que las estrellas nos brinden la espalda,
que los árboles queden desolados,
que limiten la verde primavera
y los fusiles crezcan descarados.

¡Que pase de todo y nos quedemos sin nada!

Que sentirte a mi lado
aplasta al miedo y doblega al vacío,
que tenerte conmigo
vence la tristeza y ahuyenta al frío.


Miguel Antúnez López
18 enero 2013

jueves, 8 de noviembre de 2012

La necesidad de decrecer


“Si se mantienen las tendencias actuales de crecimiento de la población mundial, industrialización, contaminación ambiental, producción de alimentos y agotamiento de los recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el curso de los próximos cien años”, decían los autores de “Los Límites del Crecimiento” en 1972. Hoy, cuarenta años después, estamos viviendo la convergencia de varias crisis en una crisis sistémica que algunos autores achacan a la llegada del cenit de la capacidad de crecimiento mundial. Vamos a ser testigos y participantes de una transición desde décadas de crecimiento económico hacia décadas de contracción económica.

¿Por qué?

Para acercarnos a esta complicada cuestión debemos realizar un análisis de todo el sistema que sustenta a las comunidades humanas modernas. Podemos afirmar que los problemas socioambientales y económicos que hoy padecemos son problemas socioconductuales. Hoy día, por mucho que la realidad nos muestre que algo no encaja, continuamos teniendo una visión de la economía como si de un sistema individual y aislado se tratase, hemos montado nuestras sociedades en torno a esa premisa y nos comportamos en consecuencia. Sin embargo, la economía no puede ser otra cosa que un subsistema de un sistema más grande: el ecosistema Tierra.

El proceso económico es una transformación física del capital natural, de baja entropía, en productos útiles para el ser humano que, posteriormente, desechará como residuos, sacando materiales y energía de sus ciclos naturales y aumentando la entropía. El crecimiento económico, dios de economistas de muy diverso signo, es un incremento exponencial de este proceso, lo que agrava los problemas derivados del proceso económico que actualmente rige nuestras sociedades.

Por consiguiente, el resultado de cualquier sociedad o sistema que no abandone a tiempo las ansias de crecimiento es la insostenibilidad. Y será así incluso en el caso de que se añada por doquier la palabra “sostenible”. El tan maltratado concepto de sostenibilidad seguirá siendo un adorno sin sentido mientras no integremos en nuestras vidas la premisa de que no podemos hablar de un desarrollo sostenible si seguimos en la espiral de crecimiento. No podemos hablar de sostenibilidad si seguimos produciendo residuos a una velocidad mayor de la que necesita el ecosistema para reintegrarlos en los ciclos biogeoquímicos. No podemos hablar de sostenibilidad si explotamos los recursos renovables más rápido de lo que tarda la naturaleza en restaurarlos. Y no podemos hablar de sostenibilidad si basamos nuestras sociedades en la explotación creciente de recursos no renovables.

Todo esto está causado, en gran medida, por la absurda creencia de que un sistema inferior (economía) puede estar por encima de un sistema superior (Tierra). Mientras esto siga así, continuaremos padeciendo (y agravando) las consecuencias de lo que podemos denominar un problema de escala.

Una de esas consecuencias, quizá la más importante, es la llegada a los límites ecológicos y de disponibilidad energética del planeta.

La huella ecológica mundial es de 2,6 hectáreas globales per cápita (Ecological Footprint Atlas, 2009), sobrepasando con holgura la media de hectáreas por persona que tenemos en nuestro planeta (1,8). Pero, además, esta media oculta las grandes diferencias con respecto a los distintos países. Los países más enriquecidos tienen una huella ecológica de 6,4 hectáreas por persona a costa de los más empobrecidos, que no llegan a 1 hectárea por persona. Con ello podemos afirmar que el modo de vida de los países más “desarrollados” no es extensible al resto del planeta, ya que si todos los habitantes de la Tierra adoptáramos el modo de vida estadounidense, por ejemplo, necesitaríamos cinco planetas. Así pues, la huella ecológica evidencia que debemos exigir una reducción de los niveles de producción y consumo de dichos países para situarnos en los límites ecológicos y cumplir los requisitos de la justicia social y pone de manifiesto las relaciones entre los modelos de desarrollo, los hábitos de vida y los problemas socioambientales y económicos.

Muy estrechamente unidas a los límites ecológicos se encuentran las limitaciones de disponibilidad energética. Durante estos primeros años del siglo XXI hemos llegado a una situación urgente desde el punto de vista energético. El paso por el máximo productivo (cenit) del petróleo crudo (en 2006 según la Agencia Internacional de la Energía) dio por finalizada la era del petróleo fácil y barato. Es más, no podemos aumentar mucho más la cantidad de energía disponible anualmente para las actividades humanas en el planeta. Por tanto, y teniendo en cuenta que todas las materias energéticas no renovables siguen una curva de explotación que siempre tiene una fase terminal de declive, que todas ellas están ya cerca de su máximo productivo, o lo han pasado ya, y que no es posible que ninguna otra fuente energética conocida actualmente pueda ofrecer la misma cantidad de energía y en las mismas condiciones, estamos abocados a un descenso energético prolongado y de gran magnitud.

El horizonte que se dibuja para los próximos años es muy sombrío, puesto que la energía es precursora de la actividad económica y faltando energía la crisis se agravará cada vez más. La economía mundial está jugando un juego de suma cero, con un pastel cada vez más pequeño a repartir, y no serán suficientes meros ajustes técnicos en los sistemas productivos para evitar fuertes tensiones.

La situación en la que nos encontramos nos reta a plantearnos los fundamentos mismos en los que se basa nuestra civilización. Debemos analizar, sin miedos, las raíces de nuestro pensamiento para construir otra sociedad que pueda asumir y amortiguar el impacto de lo que se nos viene encima. Es necesario organizarnos y planificar, por tanto, el decrecimiento. Pero no un decrecimiento entendido como la visión especular del crecimiento del PIB, sino un decrecimiento que cree nuevas respuestas para problemas que nunca hemos enfrentado. Porque el decrecimiento tan sólo resulta posible en una ‘sociedad del decrecimiento’, es decir, en el marco de un sistema que se base en otra lógica. Para ello es necesario hacer un análisis radical de las actitudes, valores, creencias y concepciones que subyacen en nuestras sociedades, con el objetivo de descolonizar nuestro imaginario. Es una tarea compleja, pero totalmente necesaria antes de poder construir una alternativa coherente en dicha sociedad del decrecimiento. El gran desafío consiste en romper los círculos, que son también cadenas, para salir del laberinto que nos mantiene prisioneros.

sábado, 31 de marzo de 2012

Dos posibles caminos para Equo

Los resultados de las últimas elecciones en Andalucía y Asturias no han sido buenos para Equo. No solo no se ha aumentado en votos, sino que en muchas circunscripciones se ha disminuido el apoyo recibido. Es verdad que se explica fácilmente al analizar los efectos negativos de nuestro sistema electoral tanto en la distribución de escaños como en la decisión de los votantes, influenciados por ese sistema de distribución, que optan por el "voto útil". Aún así, todo ello merece una profunda reflexión. Una vez realizada, es importante plantearse el futuro del proyecto en un contexto que aplasta electoralmente a las minorías, sobre todo si no recurren al populismo barato perifascista y/o nacionalista. Es por ello que Equo debería pensar en dos posibles caminos a medio plazo: la apuesta firme por el decrecimiento o la búsqueda de un frente unitario.

El programa de Equo para las elecciones generales era en gran parte decrecentista, pero ni nombraba la palabra ni se abordaban aspectos importantes que se tendrían que pensar profundamente si se promoviese sin ambages un modelo basado en el decrecimiento. ¿Cómo desacoplar la creación de empleo del crecimiento económico? ¿Cómo estructurar una democracia económica que no se base en el crédito? ¿Cómo abordar las implicaciones sociales más inmediatas tras el pico del petróleo?

Equo puede (y debe) ser, como dice el manifiesto de Equo Andalucía, la evolución de la izquierda tradicional en siglo XXI, pero para ello la gran mayoría de sus integrantes tienen que comprender qué diferencia la crisis actual de crisis anteriores. Y es que esta crisis no terminará nunca. No, al menos, tal y como todos entendíamos que acababan las crisis económicas cíclicas del capitalismo.

Este camino decrecentista es una apuesta valiente y arriesgada, con la vista puesta en el futuro y basado en una estrategia de diferenciación con respecto a otras alternativas políticas existentes. La ecología política tiene todas las papeletas para encabezar la lucha por el decrecimiento en las instituciones públicas, pero para ello debe dar un salto cualitativo, desprenderse de discursos crecentistas (reactivación económica, crecimiento sostenible, etc.), entender por completo las implicaciones del descenso por la curva de Hubbert y trabajar con coherencia y en la práctica por un decrecimiento en equidad. El desarrollo de los acontecimientos irá abriendo posibilidades electorales para los que expliquen antes y mejor las causas de la crisis y ofrezcan alternativas viables dentro de un modelo sin contradicciones.

El segundo camino posible se basa en la lucha contra las reglas que, como dice Esteban de Manuel, impiden la innovación política. Para ello, la mejor estrategia sería proponer un debate amplio y sin prisas que reúna a todos los que ya están en marcha, como las Mesas de Convergencia, con el objetivo de establecer unos puntos básicos, pocos pero contundentes, para ir a las próximas elecciones generales integrados en un frente unitario. Ese breve programa consensuado debe ser la base sobre la que se inicie una segunda transición que, entre otros temas, cambie nuestra Ley Electoral. Unir las fuerzas para conseguir lo que compartimos puede ser el inicio de un nuevo tiempo político y social. Y es una decisión muy justificada, cada vez más, en una situación como la actual.

Optar por uno u otro de los caminos que aquí se proponen no tiene por qué ser excluyente. Se puede trabajar en paralelo en ambas propuestas, una con vistas al corto plazo que marcan las elecciones generales y otra con miras más amplias. Equo acaba de nacer, pero no puede creer que tiene el tiempo de reacción que otros tuvieron. El cambio de época ha comenzado y los acontecimientos se precipitan. Necesitamos organización y valentía.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Pedro Prieto en Córdoba: Una historia de ciencia-realidad

El jueves 23 de febrero se celebra la primera actividad del XI Ciclo de Conferencias que organiza anualmente Ecologistas en Acción Córdoba. Se titula "La crisis energética. Una historia de ciencia-realidad" y será impartida por Pedro Prieto a las 20:00 en la Tejedora (C/ Gutiérrez de los Ríos, 10).
Pedro Prieto es un ingeniero técnico español que ha desempeñado su carrera profesional en el sector de las telecomunicaciones y que se ha convertido en uno de los principales activistas y divulgadores en España de la cuestión del cenit del petróleo.
En la actualidad es vicepresidente de la Asociación Española para el Estudio de los Recursos Energéticos, (AEREN), es miembro de Científicos por el Medio Ambiente (CiMA) y del consejo internacional de The Association for the Study of Peak Oil&Gas (ASPO). Además, Pedro Prieto es uno de los fundadores de la página web Crisis Energética.
Con esta conferencia de sugerente título pretende aclarar en qué consiste el cenit del petróleo y otros combustibles fósiles, explicar las implicaciones socioeconómicas que se derivan de estos fenómenos y desenmascarar el falso paradigma en el que se apoya el sector de la energía, que defiende que, ante la evidencia del agotamiento de los combustibles fósiles, los avances tecnológicos nos permitirán desarrollar nuevas fuentes de energía que los sustituyan, de manera que podamos seguir manteniendo el insostenible consumo de energía que sustenta el despilfarro propio del occidente industrializado.
Frente a esta falacia, Pedro Prieto demostrará que sólo combinando una reducción radical de los actuales niveles de consumo de energía y desarrollando energías alternativas podremos salvar el planeta de un colapso inevitable al que nos conduce la voracidad energética del mundo rico. Tesis que ha defendido últimamente en dos de sus artículos más leídos: "Crecer o decrecer: That is the question" y "Un mensaje a los indignados occidentales".
En la organización de este ciclo de conferencias de Ecologistas en Acción Córdoba participan el Consejo de la Juventud de Córdoba, la delegación en Córdoba de Ingeniería sin Fronteras, la Asociación Profesorado de Córdoba por la Cultura Científica, y la iniciativa de economía social recientemente constituida en Córdoba “La Tejedora, mercao social de Córdoba”.