La marea trajo a mis pies retazos de recuerdos casi olvidados,
enredados en burbujas de atmósfera contaminada,
flotando entre algas pardas y plásticos agujereados.
Cadáveres de ballenas se descomponen en las playas de fina arena y anaranjadas colillas.
Y los informativos huelen peor.
Desnudo me hago el muerto sobre olas que nunca rompen.
Y llueven lágrimas de tormentas pasadas.
La marea me llevó a la orilla del silencio de aquellas horas de fuerte marejada.
La marea me dejó solo con la luna llena,
el cuaderno en blanco y una irónica sonrisa dibujada.
Hay recuerdos que matan cuando no mueren.
Hay trenes que nunca parten cuando deben.
Miguel Antúnez López
28-8-09
flotando entre algas pardas y plásticos agujereados.
Cadáveres de ballenas se descomponen en las playas de fina arena y anaranjadas colillas.
Y los informativos huelen peor.
Desnudo me hago el muerto sobre olas que nunca rompen.
Y llueven lágrimas de tormentas pasadas.
La marea me llevó a la orilla del silencio de aquellas horas de fuerte marejada.
La marea me dejó solo con la luna llena,
el cuaderno en blanco y una irónica sonrisa dibujada.
Hay recuerdos que matan cuando no mueren.
Hay trenes que nunca parten cuando deben.
Miguel Antúnez López
28-8-09
Miguel es precioso el texto, eso no es jugar a ser escritor eso es serlo y estar dotado de una sensibilidad especial. De casta le viene al galgo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Paco. Pero sólo son humildes intentos sin ningún propósito.
ResponderEliminarUn abrazo.